"El problema es que solo en el 2017, el Transporte Urbano de Rosario perdió un 6,5% de usuarios (8 millones de boletos menos), como resultado de los constantes aumentos (100% entre el 11/15 y el 1/18), y las políticas macroeconómicas que golpean el bolsillo de los trabajadores".
"Si la única respuesta al apriete empresario por mayores tasas de ganancias, y a la retirada de Nación y Provincia en materia de subsidios, va a ser meterle la mano en el bolsillo a los usuarios, se profundizará la espiral destructiva de un sistema con cada vez menos pasajeros".