Y agregó: "No me imagino un peronismo sin José Manuel (de la Sota) o El gringo Schiaretti, porque son peronistas de siempre, los peronistas tenemos que recuperar la convivencia democrática interna".
Fernández precisó que le "preocupa mucho que en el peronismo, que nació por la movilización callejera y con la participación ciudadana a full, parece que tuviera miedo que la gente opine". "¿Qué nos ha pasado? Ese peronismo nos ha llevado al punto donde estamos", sentenció.
El dirigente, que pasó de las filas del massismo al randazzismo, dijo que "el problema que tiene Argentina no es Cristina (Kirchner), es Macri; el problema no es Guillermo Moreno; es (Nicolás, ministro de Hacienda) Dujovne; y el problema no es (Axel) Kicillof, es Luis Caputo (ministro de Finanzas)". Sin embargo, el ex funcionario confesó que "estuve 10 años sin hablar con Cristina, y el que no quiere la unidad opositora, lo que quiere es que Macri siga".
Al respecto, manifestó que "si algo hizo bien Macri es el cálculo electoral, porque él sabe que hay entre un 35 y un 40% de voto antiperonista, y a todo ese voto antiperonista lo puso bajo el mismo paraguas, se ocupó de dividir al peronismo y nosotros, como estúpidos, caímos en el juego".
Añadió que "Macri sabe que Cristina es un elemento que divide en el peronismo, por eso todos los días la pone en el escenario". Finalmente, Fernández aclaró: "Yo no estoy trabajando con Cristina, estoy hablando con Cristina, como hablo con todos; (...) critico a Macri y sostengo mis críticas al pasado", cerró.
