Los datos surgen de un libro con registros de 256 bautismos que la Iglesia católica entregó a la Justicia. Comenzó a investigar 55 casos de chicos bautizados en la capilla de la ESMA entre 1975 y 1981.
A partir de un primer análisis, que permitió recortar el objeto de estudio, la unidad que encabeza el fiscal general Pablo Parenti informó que el registro incluye el caso de un joven que ya recuperó su identidad: el de Javier Penino Viñas, apropiado por el marino Jorge Vildoza, que fue jefe de la patota de la ESMA.
También figuran otras cuatro personas cuyas muestras de ADN fueron analizadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos y no arrojaron correspondencia con el archivo genético de ese organismo.