“Las buenas noticias se dan con respecto a la comparación del primer semestre de 2017 y el segundo semestre del 2016. Ese fue un año complicado en materia social después de ajustes o procesos de normalización económica pos devaluación”, planteó y enumeró índices que fueron claves para las cifras actuales de pobreza: “Crecimiento del PBI, caída del ritmo inflacionario, mejoras de empleo formal e informal, remuneraciones puntos encima de la inflación, actualización y ampliación de programas sociales”.
Teniendo todo esto en cuenta, para Salvia “era inevitable, era necesario que cayera la pobreza y cayó en forma importante y lo mide un INDEC, que es creíble y confiable”, aseguró. Haciendo comparaciones estipuló que es una tasa de pobreza menor a la de 2014 y “un poco por arriba de lo que fue la mejor tasa de pobreza e indigencia que ofreció el kirchnerismo en 2011, donde teníamos 24 % de pobres y 4% de indigentes”. “¿Podemos festejar mucho? No”, planteó Salvia, quien señaló que la pobreza estructural sigue igual.