Este exceso de cash podría derivar en un problema para los usuarios de servicios de cobranza como Rapipago o Pago Fácil (las más conocidas). Estas compañías podrían tomar la decisión, a partir de mayo, de cobrar una comisión a cada persona que utilice sus servicios y pague en efectivo.
Se habla de un extra que podría rondar los 10 a 20 pesos por operación. Es decir, que si un cliente va a pagar una factura de 1.000 pesos, terminará pagando eso, más la comisión. El aviso lo dio Gustavo Gómez, gerente general de Rapi Pago y titular de la cámara que agrupa a las empresas de cobranzas.