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Ruben tuvo la primera del partido cuando apenas de habían disputado 10 segundos, pero su violento remate se fue apenas desviado. Lovera dispuso de u tiro libre que el arquero visitante desvió con certeza. Los de Fernández insinuaban pero carecían de claridad, ante un equipo cauteloso, que vino a Rosario a no recibir goles.
Con la expulsión de uno de sus marcadores centrales, los visitantes se metieron aún más atrás, y sus momentos de lucidez se limitaban a la tenencia del balón. Central carecía de ideas para doblegar la férrea defensa brasileña y esa fue una constante de de toda la noche.
En la segunda mitad, la más clara fue de San Pablo, que con un violento remate de Nené que se estrelló en el palo de Ledesma casi se lleva demasiado premio. La ineficacia de los locales para manejar el balón y generar acciones ofensivas contrastó con la sobriedad del juego visitante, que nunca perdió la calma, planificó un partido y lo ejecutó sin sobresaltos.
Ahora vendrá la revancha, San Pablo tendrá la tranquilidad de saber que con sólo un gol le bastará para imponerse, pero el Canalla tiene la ventaja de no haber recibido goles en Arroyito y un gol de visitante puede ser ventaja considerable ante cualquier igualdad.
