El test ADN en el arma calibre 22 secuestrada la madrugada del 8 de marzo, que la Policía dice que utilizaron los jóvenes para dispararles, dio negativo, por lo que no existen pruebas de que el joven la haya utilizado. Asimismo, tampoco se pudo determinar quién utilizó esa arma,ya que tampoco se halló material genético de otras personas en ella.
De acuerdo a la versión policial, la noche del 8 de marzo los policías Nicolás González Montes de Oca y Mauro Gabriel Díaz Cáceres interceptaron a seis jóvenes que se movilizaban en tres motos en la zona del Parque 9 de Julio. Al comenzar la persecución, de acuerdo a la versión policial, los jóvenes abrieron fuego contra los uniformados, quienes respondieron el ataque con balas de goma y luego con sus armas 9 milímetro reglamentarias.