"La amenaza que sufrí en la Villa 21 fue por un documento de las drogas en las villas. Estaban despenalizada en los barrios y los jóvenes estaban cada día peor, y encima el paco. Me amenazaron personalmente por presentarlo en los medios. Después me llegaron cartas y mensajes. Me amenazaron con matarme. El periodismo me blindó, me protegió", analizó.
"No creo que la pobreza haya bajado, hay una pobreza estructural en la Argentina, está consolidada y resulta difícil salir. No hay puestos de trabajo, no se genera empleo, la gente vive en situación de precariedad y encima aumentan la tarifas y hay descontrol de precios. Lejos de disminuir, creo que aumentará. Las estadísticas no responden a la realidad de las villas", dijo.
"La gente en las villas es muy solidaria y conservan las riqueza culturales que se perdieron en zonas más individualistas. Además, hay fuerte sentido de superación y ante esto se pelea y se va para adelante", afirmó.
"Con el villero encontramos xenofobia e ignorancia y a los que trabajamos y vivimos en las villas nos cuestionan y nos dicen de todo", analizó.
"El gobierno de Macri es bastante capitalista pero tiene la fortaleza de mantener los planes y convenios con asociaciones para mantener esta situación dramática que vive en esta área de exclusión que es el 30 por ciento. Estas políticas en donde la industria nacional no tiene fuerza ni apoyo y los aumentos del 40 y 50 por ciento no son el camino que necesita el pueblo", consideró.