La determinación busca que bares y restaurantes de esas zonas apaguen las luces y así visibilizar el reclamo por los incrementos acumulados en el servicio de energía.
Los empresarios remarcaron que la protesta “surge tras un nuevo incremento aproximado del 30 por ciento en el último bimestre, con un acumulado cercano al 300 por ciento del 2016 a la fecha, con facturas que en algunos casos superaron los 200.000 pesos”. Según los comerciantes gastronómicos, estos valores en la factura de luz “inhiben la generación de nuevos empleos, y también ponen en riesgo la subsistencia de muchas empresas”.