Las reuniones en un salón del Aula Pablo VI del Vaticano se dieron en el marco del reciente cambio de postura de Francisco sobre las acusaciones de encubrimiento que pesan contra el obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de haber escondido los ataques sexuales del párroco Fernando Karadima a tres seminaristas.
De los obispos, los más comprometidos y sobre los que el pontífice aceptaría de inmediato la dimisión son el propio Barros y otros dos religiosos considerados del círculo íntimo de Karadima: los obispos Horacio Valenzuela, de Talca, y Tomislov Koljatic, de Linares.
La presentación de las renuncias en masa "implica que mientras el Santo Padre no tome una determinación cada uno de los obispos miembros de la Conferencia Episcopal de Chile continúa en sus trabajos pastorales y en plenas funciones", agregaron los 31 obispos en funciones y tres eméritos en una nota que leyeron hoy en el Vaticano.