La planta de termotanques -ubicada sobre la Ruta Nacional 7 en las afueras de la capital provincial- cuenta con equipamiento de moderna tecnología con capacidad de producción de 120.000 artefactos por año en un solo turno.
La fábrica produce termotanques para la marca MABE que, según dijo Fernández, ahora está en temporada baja por la caída de la demanda en el mercado doméstico mientras que la producción de la planta está en “alta” y crece el stock.
“Sabemos que la empresa va a querer seguir liderando el mercado y cuando empiecen a entrar los termotanques chinos que salen más baratos y los venden, también, más baratos, no va a poder competir”, sostuvo Fernández.
En Rheem, describió el delegado de los operarios, hay trabajadores con veinte años de antigüedad y con alrededor de 45 años de edad lo que “nubla el horizonte” laboral en el caso de un cierre definitivo.
“El futuro que vemos es que van a dar de baja a los efectivos; un día vamos a llegar a casa y va a estar el telegrama de despido”, dijo Fernández en declaraciones a la prensa local. Los trabajadores le pidieron al gobierno de Alberto Rodríguez Saá que “tome cartas en el asunto” porque, según dicen, Rheem “está llevando termotanques para ensamblarlos en Catamarca, lo que quita mano de obra local”.