A su vez, se mostraron preocupados por el rumbo económico actual, marcado por el regreso del FMI al país, la fuerte devaluación de la moneda y su impacto en el poder adquisitivo de los argentinos y argentinas, los aumentos de servicios, todo lo cual redunda en la creciente inflación.
Ambos políticos coincidieron en que lamentablemente en el país, se discuten nuevamente fórmulas del pasado, en lugar de trabajar juntos, los partidos políticos, las organizaciones de los trabajadores, de los empresarios, los productores, las universidades y las organizaciones sociales en una agenda que aborde los problemas emergentes propios de la economía global, como las nuevas formas de producir y la necesidad de generar empleos sustentables, nuevas formas de participación ciudadana, instituciones más transparentes y cercanas y sobre todo como dar más espacio a los jóvenes.