Su generación, alrededor del 70 por ciento de la población, recibió con entusiasmo los cambios anunciados en la tierra del wahabismo, una doctrina conservadora y extremista del islam que ha servido de base para organizaciones radicales como el Estado Islámico y Al Qaeda.
Pero los cambios son lentos y el reino tampoco parece dispuesto a generar la impresión de que el disenso o la protesta son medios válidos para obtener reivindicaciones, o que quedarán impunes. Así se le hizo saber a las activistas que desde distintas organizaciones se movilizaron -con intermitencias- a partir de 1990 para dejar de ser perseguidas por querer conducir un auto. Muchas de ellas fueron detenidas durante mayo y hoy están presas, denunció la organización Human Rights Watch.
En un comunicado, Human Rights Watch informó que "al menos cuatro defensoras de los derechos de las mujeres están arrestadas desde el 15 de mayo" y señaló que se suman a otras siete activistas que fueron detenidas anteriormente.
La organización, que basa su denuncia en información de grupos activistas locales, subrayó la contradicción del príncipe heredero, "que se ha calificado a sí mismo como un reformador con aliados e inversores occidentales" y en lugar de "agradecer a los activistas por sus contribuciones", los castiga.