El reverso del incremento de los productos básicos y su impacto en la pobreza es la mejora relativa de los sectores que están al tope de la pirámide de ingresos, que son aquellos que pueden definir precios de venta o que venden en dólares. En tanto, la canasta básica, que establece la línea de pobreza, subió un 3,2 por ciento, también por encima de la inflación general, del 2,1 por ciento, según el Indec.
En mayo, el dólar avanzó un 22,2 por ciento, de 20,90 a 25,55 pesos –ayer cerró en 28,46 pesos–. En medio de la corrida cambiaria del mes pasado, el Gobierno primero salió a minimizar el impacto de la devaluación en los precios internos y luego decidió ampliar el listado de Precios Cuidados, que igualmente perdió presencia y efectividad con respecto a la gestión anterior.