Su delito: malversar varios millones de euros de dinero público a través de la fundación Nóos que presidía y que puso en serios aprietos a la Corona.
Durante 14 años fue miembro de pleno derecho de la familia real: desde el 4 de octubre de 1997, la fecha de su suntuosa boda con Cristina de Borbón, hasta el 12 de diciembre de 2011, cuando fue declarado persona non grata por la Casa Real y apartado de los actos oficiales por su conducta “poco ejemplar”.
Cuatro años después, su joven cuñado, convertido en el rey Felipe VI, le retiraría el título de duque de Palma, otorgado el día de su matrimonio.