En ese sentido, remarcó que el oficialismo “se equivoca demasiado”, sobre todo en la toma de decisiones. “Las medidas exigen mucho trabajo y una gran tarea. Esto es difícil y no creo en otra cosa que en el consenso”, reconoció.
“Todos los presidentes dicen que no mienten, que son honestos y no cuentan con un relato. Las palabras no sirven”, aseveró. “La gente no cree en los partidos ni en los políticos. Esto es un tema de todo occidente y es muy visible”, asimiló.
“Cuando era gobernador, afirmé que tenían que desaparecer dos conceptos: oficialismo y oposición”, describió. “No quiero bloque único. Expresé que el ganador gobierna y el perdedor también”, comunicó. Al fin de cuentas, exclamó que quien obtiene el triunfo “administra” y el que no controla. “Lo que sucede en Argentina es una vergüenza ya que los controladores son los amigos. Esto no resiste el más mínimo análisis”, declaró.