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“Hay algunas que no se iniciaron y otras que se han continuado a un ritmo que no es el esperado. La perspectiva de que se pueda detener absolutamente toda la obra pública nacional nos preocupa y mucho”, agregó. Las declaraciones de Farías se dan en el marco de las negociaciones que mantiene Santa Fe con la Nación por la devolución de la deuda histórica acumulada entre 2006 y 2015 por descuentos irregulares sobre la coparticipación federal.
La propuesta de pago, que por estos días analiza el gobierno del Frente Progresista, consiste en un paquete de bonos públicos (por un monto de 31 mil millones de pesos) y el compromiso de financiar, en un plazo de tres años, obras públicas en territorio santafesino por 54 mil millones de pesos. Por el momento, en el gobierno provincial hay más dudas que certezas.
Los bonos que ofrece la Nación tienen tres años de gracia y un plazo de 12 años; Santa Fe pretende que se incluya en el acuerdo un mecanismo de actualización de su valor nominal (en pesos) ante la evidencia de que la inflación seguirá alta durante los próximos años.
La otra duda tiene que ver con el financiamiento de las obras públicas. En medio de las negociaciones con el FMI, el gobierno nacional ya anunció una poda de 30 mil millones de pesos para 2018 y es un hecho que tampoco crecerán los recursos el año próximo, en un contexto donde la Nación está obligada a reducir las partidas para obras con el objetivo de bajar el déficit fiscal.
Por ese motivo, Santa Fe estudia con lupa la propuesta formalizada por los ministros Rogelio Frigerio (Interior) y Nicolás Dujovne (Hacienda). “Queremos que el reconocimiento de la deuda sea lo más integral posible. Y la parte que se ofrece pagar en bonos, que esos bonos realmente le sirvan a la provincia y que tengan impacto en las próximas gestiones”, sostuvo Farías.
Sobre al ofrecimiento de financias obras públicas, el ministro de Gobierno dijo que sería “un plus importante para la provincia si lográramos que se realicen en poco tiempo. Si no, que la provincia realmente pueda resarcirse de manera de recibir el capital que la Nación le debe. De todas formas, la propuesta es más integral que sólo obras”.
En ese sentido, hace ruido en la Casa Gris la promesa de la Nación de ejecutar obras por 54 mil millones de pesos en tres años cuando, al mismo tiempo, hay un recorte general del gasto público que también alcanza a ese rubro. Farías contrastó el ajuste de la Nación con la decisión política de Santa Fe de seguir con los trabajos previstos: “Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo por no detener la obra pública, por lo que genera no sólo en infraestructura sino porque sostiene puestos de trabajo que son imprescindibles. Así que esperemos que en las decisiones que se tomen a nivel nacional también se ponga ese cuidado, porque si no el impacto social va a ser muy grave”.
