Así lo adelantaron fuentes de las grandes superficies comerciales, quienes explicaron que las compras en estos comercios registraron una merma explicada por varios factores, principalmente por el traslado a los precios de la devaluación del peso frente al dólar y el factor especulativo de los industriales proveedores.
El nivel de ventas frente a junio se mantuvo estable en un contexto recesivo. En tanto, las cadenas provinciales, nucleadas en la Federación Argentina de Supermercados (FASA) y la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), sufrieron un descenso de hasta el 4% en las ventas en julio, en la comparación interanual, según fuentes consultadas.
“Al dólar como elemento central, se suma el retraso en las paritarias que, o bien no cerraron o acordaron por el 15 por ciento. A pesar del cobro del aguinaldo en un pequeño universo de consumidores, las decisiones de las familias a la hora de distribuir el gasto mensual sigue de la misma forma”, explicaron desde ese segmento.