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Por la sequía, Santa Fe producirá la mitad de soja que en años anteriores


Finalizó la cosecha de soja sobre una superficie implantada de 18.000.000 de hectáreas y tuvo una producción total de 36.000.000 toneladas, la más baja de los últimos nueve años (en el ciclo 2008/09 se habían recolectado 32 millones de toneladas). Según los números oficiales que se dieron a conocer la semana pasada, la sequía provocó pérdidas en soja por 41. 200 millones de dólares a nivel nacional.

En el territorio santafesino, zona núcleo del país, el saldo es muy parecido: una campaña muy complicada terminó con una reducción promedio de 40-50% de la producción en la provincia.

Así lo informó el subsecretario de Agricultura de la provincia, Juan Manuel Medina. Según el funcionario, esta situación crítica no se vivía en la provincia desde 2008. "Esa fue una de las sequías más fuertes que hemos tenido, y la de este año estuvo en los mismos niveles, sobre todo porque la ausencia de precipitaciones fue en los períodos críticos de los cultivos estivales, sobre todo soja y maíz".

"Los más afectados inclusive, fueron los cultivos de segunda que se fueron cosechando a finales de abril y principios de mayo en el sur de la provincia", indicó. La campaña había tenido un muy buen área de siembra, ahora a partir de las consecuencias de la sequía hubo un 23 a 25 por ciento de aumento en el área sembrada de trigo por lo que "si el clima acompaña, va a ser una campaña récord".

El Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe junto con el Ministerio de Producción de la provincia confirmaron que los productores santafesinos ya sembraron el 90 por ciento de la superficie proyectada del trigo 2018-2019, luego de dejar atrás una mala campaña de soja. Ahora los productores buscan la revancha en el trigo y ya sembraron 90% de la superficie proyectada, lo que representó unas 315.000 hectáreas, aproximadamente.

"La soja de segunda cerró su ciclo, y con ello una campaña para el olvido", indicó el último informe del SEA porque el cultivo estuvo complicado por las condiciones climáticas en todas sus etapas del ciclo, las cuales tuvieron marcadas consecuencias en la cantidad y en la calidad de los granos.

El SEA señaló que el "impacto fue directamente en el rendimiento promedio, con una disminución de 1150 kilos la hectárea, en comparación con la campaña anterior", pero además se abandonaron muchos lotes y de las 550.000 hectáreas que se sembraron, se cosecharon 450 mil. Ahora, los santafesinos apuestan al trigo, la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra es óptima y los aspectos comerciales se mantienen imperantes para el cereal.

Los cultivares implantados hasta la fecha pertenecieron a las variedades de ciclo largo en un 88%, intermedio un 10% y corto un 2%. En cuanto a las condiciones del cultivo, ha tenido una muy buena germinación, con buen stand de plantas por hectárea y los productores se preparan para salir al cruce de las malezas.

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