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“La Ordenanza fue aprobada en el 2008, y las obras del parque debían comenzar antes del 2014. Las obras arrancaron recién en el 2015, y a los tres meses se paralizaron.”
“El proyecto original de continuidad del recorrido ribereño, que permitiría darle conectividad a esa zona de Refinería -o Puerto Norte como le dicen ahora- con el parque Sunchales, incluía parquización, barandas de protección linderas a la barranca, nuevas luminarias, forestación, instalación de bancos y cestos de residuos”, detalló Toniolli, y señaló que aquel proyecto “debía crear a la postre dos sistemas de recorridos públicos: uno de plazas y paseos sobre la barranca, y otro de ramblas y plazas generadas a uno de los lados de la Avenida de la Costa”.
Con respecto al estado de las obras, denunció que el Ejecutivo “realizó un tremendo despliegue publicitario para la inauguración de la Avenida de la Costa, aunque al día siguiente aparecieron de nuevo las máquinas para proseguir con la obra, que está aún inconclusa”, y en el caso del Parque de la Arenera planteó que “no sólo no aparecen las obras a las que estaba obligada Mauí, sino que ni siquiera se ven máquinas que den la idea de que la empresa va a saldar su deuda con el Estado Municipal”.
Finalmente Toniolli afirmó que este caso “muestra a todas luces los límites de la política de convenios público privado que el Frente Progresista presenta como impulsor del desarrollo urbano local: si no se controla a los grandes desarrolladores, no hay forma de que cumplan con las obligaciones que contrajeron con la comunidad”.
