Luego de una larga batalla judicial a finales de junio, el gobierno federal autorizó al grupo Defense Distributed, poner en línea los planos digitales que permiten la fabricación casera de armas con una impresora 3D.
Estos objetos, que se hacen de plástico, funcionan como un arma muy real. Al no ser industrializados por un fabricante autorizado, no tienen número de serie, tampoco suenan al pasar por un detector de metales y potencialmente no se pueden rastrear. “
El momento de las armas descargables realmente comienza”, promete el sitio del grupo, fundado por Cody Wilson, un libertario de 30 años. Está previsto que los programas de instrucción sean puestos en línea el miércoles 1 de agosto. Una docena de fiscales de estados demócratas presentaron el lunes una demanda ante la justicia para que impida la publicación de esos manuales.