Poco antes de que se cometiera un nuevo atentado en una propiedad vinculada a la jueza Marisol Usandizaga, el mandatario insistió en que “los grupos organizados están bajo proceso y desmembrados” en la provincia, aunque admitió que “existen resabios activos” y ratificó que “desde la cárcel se coordinan los ataques”.
“Hay otras ramas de la economía que les brindan más dinero que la venta de drogas. Remises, usurpación de viviendas, boliches, entre otros. Son cosas en las que es fácil lavar el dinero y se combina siempre”, deslizó el dirigente socialista a la hora de describir los negocios -lícitos e ilícitos- que supuestamente llevan a cabo los hijos y parientes de la banda que hasta la década pasada comandaba Ariel Máximo “El Viejo” Cantero.