“Lamentablemente, Nicolás Dujovne se queda corto con la estimación de la caída del PBI para este año. Creo que estará más cerca del menos dos que del menos uno. Esas previsiones son lo que muchos esperábamos a raíz de la crisis cambiaria y la situación económica. Hubo factores externos y la sequía que agravaron las condiciones, pero sobre la base de una economía y una situación social y política muy vulnerable y más frágil que la de muchas economías emergentes”, indicó.
Al ser consultado sobre si el gobierno encuentra el problema o está desorientado, Rozenwurcel, en diálogo con el programa radial de Gustavo Sylvestre, respondió: “Se puede ver que todavía sigue corriendo a los acontecimientos desde atrás y respondiendo antes que anticipándose a los problemas. No pretendo ser ningún mago, era un proceso esperable sobre la base de las medidas tomadas y sobre la base de los antecedentes de Argentina y de los planes de estabilización acordados con el FMI en el pasado”.
En tanto, el economista prefirió mantener una postura expectante sobre el futuro financiero argentino. “Todo puede pasar y nadie tiene la bola de cristal. Tengo la expectativa de que, comparado con otras crisis cambiarias, esta es más manejable porque hay un régimen de tipo de cambio flexible”, indicó.
“En la peor de las situaciones, si las cosas se descontrolan, el gobierno tiene la opción de que el gobierno sea sobre la base de una devaluación mayor y no de anunciar un default. Creo que esa posibilidad está muy lejos. El gobierno tiene que manejar las cosas con mucha prudencia porque la devaluación tiene efectos internos graves”, concluyó.