 |
“Los niveles históricos de capacidad instalada ociosa hablan de la crisis de la industria. Es previsible, con un modelo económico irracional que tiene como ejes la especulación financiera y la apertura importadora”, cuestionó la economista y diputada, Fernanda Vallejos.
La producción de la industria nacional atraviesa el peor momento desde el año 2002, cuando la Argentina aún sufría los coletazos de la crisis postconvertibilidad. A esta conclusión arriba un informe de Proyecto Económico sobre el uso de la capacidad instalada del sector fabril, elaborado en base a datos del INDEC que se conocieron hoy.
El organismo oficial reconoce que el índice de uso de la capacidad instalada industrial (UCI) se ubicó en 61,8% resultando el nivel más bajo desde febrero de 2003 y el peor de junio desde 2002.
“A diferencia de recesiones observadas con anterioridad, en el 2018 puede percibirse un ajuste generalizado en todos los frentes de la economía: devaluación, reducción salarial, despidos, ajuste del gasto público y aumento de las tasas de interés. Este super combo de medidas recesivas ya ha comenzado a mostrar serias consecuencias en el nivel de actividad”, alerta el informe.
Por su parte, la diputada y economista Fernanda Vallejos opinó que “los niveles históricos de capacidad instalada ociosa hablan de la crisis de la industria. Es previsible, con un modelo económico irracional que tiene como ejes la especulación financiera y la apertura importadora”.
El UCI admite que, a excepción del segmento de Metálicas Basicas, todos los sectores de la industria presentaron variaciones negativas. Sin embargo, la situación resulta más grave en aquellos sectores claves en la oferta de empleo.
Por ejemplo, la capacidad instalada en la industria automotriz se situó en junio en el 47,7%), 7,3 pp por debajo de junio del 2017. “Tal evolución es acorde a las cifras observadas en el Estimador Mensual Industrial de julio”, señala lacónicamente el informe.
Por último, Vallejos criticó con a dureza a Cambiemos por la caída de la capacidad instalada en el sector. “La industria automotriz, que hace dos años y medio atrás batía records de producción, ¡hoy está utilizando menos del 50% de su capacidad instalada! Si los trabajadores dejaron de poder comprar los modelos argentinos.
Y el grueso de los autos que se venden a los sectores que tienen ingresos son importados. Esta es la política de Macri: Desindustrializar. ¡Cómo no van a emocionarse hasta las lágrimas los trabajadores de SMATA al reencontrarse con Cristina!”, disparó Vallejos.
