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El show, que contará con la participación de Lima Sur e Hijos del Reina como bandas invitadas, será una celebración a la vida de Piturro, guitarrista y vocalista de Los Shocklenders, quien falleció en 2017.
Los Shocklenders fue uno de los grupos insignias del rock rosarino de los años 90. Surgidos en 1993 con un estilo que mixturaba funk y rock, la agrupación registró los discos ¡Cómo me gusta! (1995), Schocklenders (1997) y el Ep La Hora del Postre (2015).
Fuckin’ Laurita, Un chicano en Nueva York y McNamara, son algunos sus temas más conocidos. “Desde el primer día que nos dejó Piturro tuvimos la idea de hacer un homenaje así, esperando el momento y el lugar adecuado.
Sin dudas el Anfiteatro, por su historia y dimensión, es el mejor lugar para llevarlo a cabo. Es un honor participar de esta reapertura”, expresó Francisco Pesado Castro, baterista de la banda.
“Los Schocklenders en los 90 eran todo para mí; fue el grupo que me permitió desarrollarme como músico y productor”, agregó. Y en referencia al show del sábado, adelantó que habrá invitados especiales sobre el escenario, brindando junto a la banda un cálido set que, sin dudas, emocionará a más de uno.
“El show va a estar basado en nuestras canciones y es un lugar para brindarle tributo a alguien que nos dio tanto. Celebramos la vida y el legado de Piturro”, terminó diciendo. Tributo a la Trova
El domingo 9, a las 20 se rendirá un especial tributo a la Trova Rosarina, mítica formación de principios de los 80’ que supo llevar el nombre de la ciudad hacia lo más alto de la escena musical argentina.
En esta oportunidad se presentarán: Jorge Fandermole, Litto Nebbia, Rubén Goldín, Adrián Abonizio, Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Fabián Gallardo y una banda estable bajo la dirección del propio Gallardo y Franz Funes (Patagonia Revelde), que estará integrada por: Adrián Carlesso (batería), Juan Pablo Mariño (Bajo), Matías Galasso (pianos y teclados), Florencia Croci (guitarra y coros), Cristian Bruscia (guitarra y coros), Luciano Jazmín (guitarra, violín y coros) y Tobías Traglia (percusión).
Consultada sobre la importancia que tiene para ella volver al Anfiteatro en un especial homenaje a la Trova, Silvina Garré afirmó: “Es importante para mí por varios motivos; es un lugar al que yo iba mucho cuando vivía en Rosario.
Además porque he cantado allí en más de una oportunidad y siempre han sido hermosos los conciertos. Justamente la última vez que canté allí fue hace muchos años junto a mis compañeros de la Trova”.
“Recuerdo que estaban Lalo de Los Santos, Fandermole, Abonizio, Baglietto, Goldín y yo. Ahora va a ser una especie de reedición, como un homenaje también a Lalo. Es muy importante que se reabra el Anfiteatro: siempre es bueno mantener los lugares donde se hace cultura y buena música”, remarcó.
Garré también dio su opinión acerca de la importancia del movimiento surgido en Rosario para el panorama artístico argentino de los años 80. “La trova le aportó mucho a la cultura del país: éramos chicas y chicos jóvenes que queríamos cantar. Siempre fuimos muy meticulosos, profesionales y cuidadosos a la hora de hacer las cosas”.
“Recién después de más treinta años pudimos tomar dimensión de lo que había significado esa reunión de chicos jóvenes. Fue un cambio para la música. Creo que aportamos originalidad porque se generó música que aunaba diferentes estilos como el rock, tango, folclore con una poética muy preciosa y preciada. Se dio una mezcla, un sello muy particular y yo realmente estoy orgullosa por ello”, concluyó.
Obras realizadas
Una de las intervenciones más notables en el emblemático espacio ubicado en el parque Urquiza fue la construcción de una cubierta metálica de 400 metros cuadrados para el escenario que aporta condiciones de calidad y seguridad para el desarrollo de espectáculos.
En el exterior del predio se colocaron rejas de vallado perimetral con cuatro portones para el ingreso: dos de ellos para la entrada del público por el parque Urquiza, uno para el público y otro para movimiento de la técnica por avenida Belgrano.
Además, se habilitó una nueva puerta privada de ingreso y egreso de artistas. Tanto las gradas como el edificio fueron repintados y se construyeron nuevos baños públicos, incluyendo uno para personas con movilidad reducida.
Las escalinatas de ingreso cuentan ahora con un nuevo cableado y luminarias, y se hizo nueva la carpeta en piso del ingreso del público por avenida Belgrano. Respecto de los espacios interiores del Anfiteatro, se remodelaron camarines, baños, oficinas internas y el área de técnica.
Algunos de estos espacios fueron intervenidos artísticamente por Guillermo Quevedo, autor del emblemático mural La Isla que fue restaurado para la ocasión y que en 2018 cumple quince años formando parte de la identidad del Anfiteatro. Durante los meses de obras de mejoramiento del Anfiteatro además se diseñó una propuesta para mejorar el aspecto sonoro.
