En un mensaje grabado, que se demoró por más de una hora, el presidente de la Nación trató de llevar calma a los argentinos. Se refirió a sus "dos primeros años exitosos", pero el presidente apuntó a tres ejes fundamentales que no se pudieron cumplir: "Equilibrio en las cuentas públicas, un Estado sin corrupción y trabajo formal". Durante mucho tiempo nos fue bien; la economía creció casi dos años seguidos, bajamos la pobreza, y creamos cientos de miles de puestos de trabajo".
Dijo que se ajustarán en septiembre y diciembre la Asignación Universal por y Hijo y se volverá a las listas de precios cuidados. "Siento que llegó la hora, que estamos maduros, el cambio es un cambio de raíz, profundo". "El fracaso en la Argentina es que siendo uno de los países más ricos del mundo tengamos casi un tercio de las personas por debajo de la línea de pobreza", refirió.
"Enfrentamos la realidad sin esconderla, de frente, no tenemos miedo de afrontar los costos políticos". "Hoy nos toca recorrer un momento difícil, hagámoslo responsablemente". "Todos tenemos que ceder en algo si queremos avanzar". Hizo hincapié en que "necesitamos crecer sin corrupción en reiteradas oportunidades".
"Esta crisis no es una más, tiene que ser la última". "Quiero que sepan que estos fueron los peores cinco meses de mi vida después de mi secuestro". "Aquellos que se oponen al cambio pronostican el caos". "Tengo la fortaleza necesaria, y estoy acá por ustedes".
"Cambiar es crecer, y crecer es enfrentar las dificultades". "Los argentinos tenemos capacidad suficiente para afrontar este cambio". "Sigo creyendo que tenemos todo para salir adelante, absolutamente todo", finalizó Macri tras 25 minutos de discurso.