Sin embargo, los porcentajes de los distintos costos de la tarifa hablan por sí solos. Sólo el 30% corresponde a generación de energía y es común a todas las provincias, mientras que el 70% restante es nuestro. Un 40% corresponde a distribución, mantenimiento y operación; y un 30% son impuestos nacionales y provinciales”, enumeró Boscarol.
“Hoy la EPE paga 50 millones por mes de Ingresos Brutos y este valor se carga al precio del kilowat. Por lo tanto, si la carga tributaria indirecta baja, el aumento porcentual de la factura será menor”, indicó el legislador provincial. Asimismo,explicó que si el Estado provincial exime a la EPE del pago de Ingresos Brutos, el costo final de la factura se reduciría en un 5% para los santafesinos.
“Esto se sumaría a la reducción del 10% que algunas ciudades, como Santa Fe, ya han realizado de la Cuota de Alumbrado Público”, argumentó. “Junto a la eliminación de los Ingresos Brutos, la EPE debería llevar adelante un plan de austeridad con reingeniería de procesos y reestructuración de su planta de personal, para disminuir el costo de facturación de la energía eléctrica”, aseguró Boscarol.