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El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez, que cuenta con una minoría parlamentaria de 84 diputados de un total de 365, depende de los independentistas catalanes, entre otros partidos, para gobernar.
El independentismo catalán dio su apoyo para sacar adelante la moción de censura presentada por los socialistas contra el Gobierno del conservador Mariano Rajoy (Partido Popular) el 1 de junio pasado.
“La paciencia de Cataluña no es infinita y el margen de Pedro Sánchez se ha acabado”, subrayó el jefe del Gobierno catalán, Joaquim Torra, durante una intervención en el Parlamento autonómico. Anunció que enviará al jefe del Ejecutivo español una carta pidiéndole una reunión “lo antes posible” para “negociar”.
Torra conminó además a Sánchez a que tome “compromisos concretos y valientes” y a dejar las “amenazas y las vaguedades” sobre el derecho a la autodeterminación de Cataluña, una de las regiones más ricas de España.
Dijo que si Sánchez no ofrece “antes de noviembre” una propuesta sobre “cómo facilitar el ejercicio de autodeterminación”, el independentismo catalán “no podrá garantizarle ninguna estabilidad en el Congreso de los Diputados”. Grupos de independentistas radicales, conocidos como CDR (Comités de Defensa de la República catalana), protagonizaron el lunes disturbios y enfrentamientos con la Policía en Barcelona, en coincidencia con el primer aniversario del referéndum ilegal secesionista del 1 de octubre de 2017.
Entre esos incidentes, la policía autonómica catalana tuvo que dispersar a cientos de miembros de esos comités que se habían concentrado ante el Parlamento regional y que trataron de quitar las vallas de protección para acceder al interior, aunque finalmente no lo consiguieron.
En general, la jornada del lunes estuvo marcada por las protestas callejeras de los independentistas, que cortaron la circulación de automóviles y de trenes en varios lugares de la región, que concluyó con un balance de 32 policías autonómicos catalanes heridos a causa de golpes y lanzamientos de botellas y vallas por parte de los manifestantes.
Esas acciones contaron con el apoyo del presidente catalán, quien consideró que los CDR “hacen bien presionando”, y además les instó a seguir haciéndolo, aunque en su discurso de hoy aseguró que los incidentes de este lunes son “hechos aislados” y “no representativos del movimiento independentista.
