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En el primer tiempo el local fue superior a La Lepra, eligió el costado derecho de su ataque para avanzar, y desbordó cuantas veces se lo propuso el lateral defendido por Vítolo, generalmente haciéndole el dos uno. Desde allí llovieron centros que llevaron bastante peligro para Aguerre.
Precisamente el arquero rojinegro fue la figura del visitante en la primera parte, tapando dos o tres remates con destino de gol. Newell's sólo pudo arrimarse al arco tras gruesos errores defensivos de los de Domínguez que no fueron bien aprovechados por los delanteros rojinegros.
La pelota no le llegaba a los atacantes de los de De Felippe, y cuando lo hacía les duraba muy poco. Tras el cuarto centro desde la derecha, Chancalay la encontró en soledad por el segundo palo, sin marca y venció la heroica resistencia de Aguerre.
El DT del elenco rosarino mandó a la cancha a Formica y Newell's cambió sustancialmente en el complemento. El Gato se adueñó del balón, distribuyó con criterio se hizo hacer faltas y su equipo comenzó a llegar, con poca claridad es cierto, pero ganando campo y balón.
La cosa se le hacía cuesta arriba al local, que comenzó a sentir el esfuerzo de haber jugado el jueves por la noche, y Newell's empezó a acorralarlo contra Burián. En varias ocasiones pudo marcar, en la más clara, Formica exigió al arquero con violento remate, que con gran volada logró desviarla al corner.
Faltando pocos minutos Colón se quedó con uno menos y los últimos diez se jugaron prácticamente en el área del Sabalero. Newell's mereció algo más, sobre todo por lo hecho en el complemento, pero se fue con las manos vacías y extendió su mala racha de visitante, condición en la que no logra imponerse desde hace prácticamente un año.
