También fueron vistas en garitas de colectivo, iglesias y postes de luz de otras localidades de la provincia de Santa Fe. Todas las encontradas son anónimas y tienen el mismo diseño y un número de teléfono. Cuando las mujeres llaman, del otro lado les piden un encuentro en persona en el que intentan convencerlas de no abortar.
Desde la Secretaría de Salud Pública de Rosario informaron que sacaron los mensajes encontrados como hacen con toda la cartelería que no transmite información propia del sistema de salud. Los stickers negros y blancos llegan después del rechazo en el Senado del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) pero la estrategia de disuasión de grupos antiabortistas no es nueva.
En distintos lugares del país sus integrantes se han infiltrado en hospitales para evitar que mujeres y niñas accedan a abortos no punibles.
Las organizaciones detrás de esta forma de operar surgieron en los 70 en distintos lugares del mundo que legalizaron el aborto, donde militantes en contra suelen instalarse en la puerta de los centros de salud para persuadir e impedir que las mujeres interrumpan el embarazo.