“Son provocaciones y tienen un objetivo, generar una determinada reacción. Acá Bullrich y el Gobierno juegan a varias bandas con este tipo de actitudes. Es el efecto Bolsonaro viene ya de hace un par de meses, buscan construir un perfil de esas características, fascista, que combinado con un dominio casi absoluto de los medios de comunicación y las acciones de embrutecimiento masivo de la población, buscan consolidar un populismo violento de derecha”, indicó.
Además, destacó: “Hay que transmitirle a la mayor parte de la población posible que los problemas no son los CEOs sino de los que están más abajo. Para eso son los discursos de odio. El estilo cancherito y provocador no son exabruptos de personas con desequilibrios, son cosas aplicadas. Buscan crear determinado perfil a partir de impactar emocionalmente en un sector de la población”.