En sus declaraciones a la prensa, ambos mandatarios se refirieron a la necesidad de buscar consensos políticos en esa dirección.
“Estamos en un tiempo complicado en Argentina. Los que tenemos responsabilidades de gobierno estamos muy atentos a la realidad social y económica. El 2019 es un año que viene complicado y donde todos prevemos dificultades a la hora de atender las demandas de la sociedad".
"En ese escenario, nadie descarta que frente al proceso electoral podamos estar sentados en una mesa en común“, afirmó Lifschitz tras ser consultado por las expresiones que Schiaretti había vertido segundos antes, en las que habló de la necesidad de “una alternativa federal, republicana y democrática”.
“El país necesita alternativas con un fuerte consenso ciudadano, donde puedan sumarse hombres y mujeres con distintas expresiones políticas”, sostuvo el socialista, quien consideró que “quien asuma en el 2019, provenga del oficialismo o de la oposición, se va a encontrar con un país mucho más complicado que el que había en 2015” y que por lo tanto “va a necesitar contar con un fuerte respaldo político y con un marco de acuerdos y de consensos muy importante”.
“En ese escenario y en ese camino, los gobernadores que estamos acá tenemos ideas comunes”, manifestó Lifschitz. Si bien reconoció que pertenecen “a espacios políticos distintos”, se mostró optimista a la hora de “avanzar en diálogos que permitan construir una propuesta superadora para la Argentina”. “Al país no lo salva un partido político”.
El discurso del gobernador cordobés tuvo la misma tónica que el de su par santafesino. Reconoció sus coincidencias “con lo que plantea el socialismo y muchas otras fuerzas provinciales, que no quieren saber nada con la grieta y que creen que el país tiene que tener una alternativa federal, republicana y democrática para poder progresar".