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El elenco de Bauza salió con una dupla de defensores centrales de emergencia ante las lesiones de Cabezas y Caruzzo y eso a la hora de intentar no ser atacado se notó demasiado. Los locales arrancaron mejor, capitalizando la pelota en tres cuartos de cancha, pero sin molestar a Ledesma.
Central salió a esperar, tratando de agruparse bien atrás, y especulando con alguna contra de Zampedri y Herrera. El ex Atlético Tucumán cumplió con la ley del ex y cabeceó al gol un rebote de Luchetti ante un disparo desde afuera de Pachi Carrizo.
Los de Zielinski no sintieron el golpe y enseguida llegaron al empate. Camacho pide una pelota en mitad de cancha, sale una jugada rápida y Rodríguez habilita a Mattos, que aprovecha para colarse entre los centrales y definir ante Ledesma.
Apenas cinco minutos después La Pulga le amagó a Alfani volver al centro del campo, cuando el defensor se acomodó para seguirlo picó al fondo, y ahí fue el pelotazo a sus espaldas, le metió un fuerte derechazo al primer palo de Ledesma que otra vez recibió un gol en el palo que se supone debería ser de él. Es cierto, el Decano tuvo más la pelota, pero llegó dos veces y marcó en igual cantidad de oportunidades.
En la segunda mitad, el conjunto local levantó el pie del acelerador, se dedicó a tener la pelota y Central se fue consumiendo en su propia impotencia. Bauza intentó con Lovera, Becker y Maziero, pero nada cambió.
Herrera tuvo una que le rebotó en la canilla y se fue apenas desviada y Zampedri conectó de cabeza y pasó muy cerca con un Luchetti vencido. Los tucumanos no dispusieron de nuevas chances pero manejaron el partido, retrocedieron algunos metros, lo aguantaron en el fondo y se llevaron una victoria justa.
Central sumó su octavo partido sin victorias en la Superliga y la suerte de Bauza depende de lo que pueda pasar por Copa Argentina, donde está en semifinales y jugará frente a Temperley. Tendrá una dura batalla por no descender el año próximo, pero deberá sacar puntos en lo que queda si no quiere sufrir en este torneo.
