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Contó con los votos negativos de los ocho ediles de Cambiemos presentes, los democrataprogresistas, Zeno y Poy, y Osvaldo Miatello, de Compromiso por Rosario.
Entre sus fundamentos, el proyecto señala "que el propósito del proyecto es garantizar el efectivo cumplimiento de los principios de libertad religiosa y de conciencia, así como el de certificar el carácter laico de la educación pública".
"Que la simbología religiosa no sólo no es representativa de la totalidad de la población, sino que a su vez no se condice con la laicidad del municipio y la provincia. Que buscamos garantizar el trato igualitario de cultos para avanzar en la construcción de una agenda pública no basada en la moral, sino en los derechos ciudadanos".
"Que el debate sobre el aborto legal y el histórico reclamo del movimiento de mujeres tuvieron tal impacto social que posibilitaron el surgimiento de discusiones largamente postergadas como la de la separación de la Iglesia y el Estado".
"Que este año en nuestro país se renovó el debate sobre la separación Iglesia-Estado, con una Campaña Federal, que promueve debates acerca de la necesidad de un Estado laico y el financiamiento a la Iglesia católica, obligado por la Constitución Nacional a sostener “el culto católico apostólico romano”.
Entre algunos de los detractores de la norma sancionada, Miatello y Cardozo sostuvieron que la constitución de la provincia de Santa Fe es según lo estipula el artículo 3º de la Carta Maga "Católica Apostólica Romana" y por lo tanto esto podría ser tildado de anticonstitucional.
