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“Los indicadores económicos no se han modificado sustancialmente con respecto al 2015. Incluso están peores y eso quiere decir que fue peor el remedio que enfermedad”, sostuvo Alfonsín y añadió que ante esa situación “el radicalismo asumió una actitud condescendiente y hasta casi como si no tuviéramos derecho a opinar”.
La Convención Nacional de la UCR tendrá que “rediscutir las condiciones de alianzas y sobre la nueva política de gestión del PRO, porque el que gobierna es el PRO. Nosotros somos convidados de piedra”, cuestionó Alfonsín.
Asimismo insistió en que “la responsabilidad de la gestión del Gobierno es del PRO porque es el que aplica las políticas, pero el radicalismo también tiene responsabilidad por asumir una actitud pasiva y no hizo nada de lo que dijo que iba a hacer, como el de evitar que se cometan errores y se tomen decisiones equivocadas. Los dirigentes de nuestro partido tendrán que dar explicaciones de eso”, remarcó.
