Finalizadas las mismas, la Feria de Costa Alta recupera su lugar junto al río. Esta feria, que en febrero pasado celebró sus primeros 9 años de vida, funciona los domingos con el Paraná como marco.
Fue una de las primeras desarrolladas a partir de las políticas públicas del municipio en torno a la economía social como herramienta de inclusión sociolaboral para emprendedores, y se transformó en una visita clásica para quienes recorren la costa norte de la ciudad.
Allí, los emprendedores exhiben para la venta alimentos ricos y saludables, accesorios y vestimenta para todas las edades, objetos para la decoración del hogar y plantas y plantines, así como verduras y hortalizas agroecológicas.