"El socialismo es un partido cerrado, y como tal no acepta no conducir los proyectos políticos colectivos", aseguró Javkin en su cuenta de la red social Twitter.
Répidamente, desde el partido de la rosa le contestó el diputado provincial Rubén Galassi, que le recordó por la misma vía que "en 2017 fue candidato por el Frente Progresista, apoyado mayoritariamente por el Partido Socialista".
El partido oficialista en la ciudad deberá encauzar la interna para que no se desmadre. Necesita del acompañamiento de Javkin en las iniciativas en el Concejo, sin ir más lejos, en el presupuesto que ya se analiza en el Palacio Vasallo, y no puede darse el lujo de perder un voto propio, cuando debe salir a buscar los ajenos.
La disputa dentro del espacio político podría perjudicar los intereses del Frente Progresista y el socialismo lo sabe. Tendrá que conseguir la templanza necesaria para evitar una diáspora entre sus filas que amenace la continuidad del proyecto político.