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En la primera mitad, Central le regaló la pelota y el campo al local. Los de Heinze tuvieron la posesión del balón pero no lograban llevar peligro al arco auriazul. Al Canalla la pelota le quemaba en los pies, no lograba dar dos pases seguidos y parecía querer sacársela de encima.
Recién sobre los 26' Robertone probó de tiro libre y Miño respondió muy bien desviando la pelota al córner. Lovera, que hasta ahí no había tenido contacto con el balón contestó con un remate violento desde afuera del área que se fue apenas desviado. En un córner cerrado el arquero auriazul volvió a lucirse tapando abajo. Se fueron al descanso sin sacarse ventajas.
En la segunda mitad Vélez encontró lo que mereció en el primer tiempo. Herrera arrancó llevando peligro con un cabezazo que se fue cerca. El elenco de Heinze no encontraba los caminos pero Robertone de cabeza marcó el primero por encima del cuerpo de Miño.
José Luis Fernández <que volvió tras una larga e injustificada ausencia> pudo empatar de zurda, pero Hoyos sacó con buenos reflejos lo que parecía ser la igualdad. El elenco local volvió a lastimar, esta vez de la mano de Almada, que tras recibir una gran habilitación metió un derechazo cerrado, al primer palo de Miño para ponerle cifras definitivas al marcador. Después Vélez hizo circular la pelota entre sus defensores, muy lejos del alcance de los desgastados delanteros y volantes visitantes.
Bauza guardó el equipo titular para la final de la Copa Argentina ante Gimnasia y Esgrima de La Plata. Apostó a un equipo juvenil que aguantó casi setenta minutos un marcador que no merecía. Varios de los jugadores que vistieron hoy la auriazul seguramente no volverán a hacerlo en la próxima temporada, cuesta creer que no haya nada mejor en inferiores, que lo presentado esta noche en el Amalfitani.
