El ministro de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva, fue quien transmitió la decisión del presidente asumido el 1 de enero, a miembros de las Fuerzas Armadas que -según el matutino- habían declarado que la hipótesis de contar con una unidad estadounidense en su territorio causaba “urticaria” en algunos integrantes de la fuerza.
En una entrevista publicada este fin de semana, Pompeo había asegurado que el propio Bolsonaro le manifestó, durante una reunión privada en Brasilia, su decisión de albergar una unidad norteamericana.