De hecho este espacio, cuya obligatoriedad fue sancionada por ley en 2006, llevó a que incluso estudiantes de profesorado y de escuelas nocturnas se percataran de que habían sido violentados durante su infancia. Es decir que la ESI no solamente sirvió para casos recientes, sino para muchos que estaban ocultos desde hace años.
La mayoría fueron en las regionales más pobladas, que incluyen a Rosario y Santa Fe, según datos aportados por el secretario de Gestión Territorial Educativa, Federico Paggi