En una reunión entre ministros que tuvo lugar en la Casa Rosada, se acordó impulsar la baja en la edad de imputabilidad de 16 a 15 años. El proyecto había asomado durante 2017 como uno de los temas a reformar en materia judicial aunque quedó postergado por las elecciones legislativas de ese año.
En esa oportunidad, se pretendía establecer la imputabilidad a partir de los 14 años. Con el acuerdo interno dentro de los funcionarios oficialistas, dentro del Gobierno apuestan a construir los consensos necesarios para poder avanzar en la Legislatura.
En principio el proyecto establece un sistema de escalas según la edad. A los 15 años, podrá imputarse a alguien solo por delitos considerados graves: homicidio, violación, lesiones gravísimas, secuestro extorsivo y robo con armas de fuego.
Por su parte, los mayores de 16 años y menores de 18 años serán imputables siempre que no se trate de un delito cuya pena máxima de prisión es igual o menor a tres años. También podrán ir a la cárcel cuando cometieran un hecho reprimido en el Código Penal con una pena máxima igual o mayor a diez años.
Asimismo, queda prohibida la prisión perpetua y se establecen 15 años como el plazo máximo de prisión para menores. También se incorporan mecanismos como la mediación, conciliación y el acuerdo restaurativo para delitos menores.