Por efectos de la devaluación, el índice de pobreza alcanzó al término del primer semestre del año a 27,3%, por debajo del 28,6% de igual período del año pasado pero con un crecimiento respecto del 25,7% del segundo semestre de 2017, informó el Instituto.
En tanto, la indigencia, entendida como los pobres cuyos ingresos ni siquiera les alcanza para comprar el mínimo de alimentación indispensable para la subsistencia, bajó en relación al primer semestre de 2017 4,9% contra 6,2%, pero también creció este semestre 0,1%.
Al término de la reunión de gabinete, la funcionaria pidió esperar a los datos oficiales para explicar los motivos del crecimiento de la pobreza. "Vamos a esperar los números que dé el INDEC, y en ese momento, como hacemos siempre, explicaremos qué es lo que pasó y cómo vamos a seguir trabajando; el año pasado, a raíz de una inflación un poco más alta de la esperada, priorizamos estar al lado de las familias", sostuvo.