Fate le había anticipado esta semana a sus empleados que iría con esta intención a la cartera laboral, ya que debe adaptar su estructura a los niveles actuales de producción en plena etapa de crisis. La medida solicitada afectaría a los 1650 trabajadores de la firma.
La planta situada en la localidad de Victoria, exporta el 50% de su producción, que se vio afectada por las medidas económicas adoptadas por el Gobierno luego de producida la devaluación del peso en agosto.
También, hubo una caída del mercado interno, a raíz de la caída del nivel de actividad en el transporte.
El grupo Madanes es propietario de Aluar y de la represa hidroeléctrica Futaleufú. En declaraciones periodísticas, Javier Madanes Quintanilla, dueño de Fate y Aluar, admitió que la firma pasa por una "situación delicada", con "problemas de productividad internos", potenciados por la caída del mercado interno, la reducción de los reintegros a la exportación, la implementación de retenciones y "sobrecostos tremendamente elevados".