Con "estas condiciones", Carrió se refirió a una situación puntual con la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA que en julio de 1994 dejó 85 víctimas: cuando Mariana Stilman renunció a la investigación, según Carrió, por presiones de Garavano.
"Garavano le puso un inspector (a Stilman). Llegó un momento en que esta chica tuvo que renunciar porque le tomaban el micrófono para no dejarla hablar. Entonces renuncia diciendo que estaba siendo impedida de ejercer la querella del Estado, contra los encubridores del caso AMIA. Fíjense la gravedad institucional de esto", dijo.
Carrió siguió con el relato. "Garavano le pide un sumario, donde yo le pido un sumario a Garavano. Porque además llamaban muchos miembros del ejecutivo para salvar a estos fiscales. A tal punto que (el ex titular de la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA) Mario Cimadevilla, acusa a los fiscales y Garavano manda la orden de no acusarlos", explicó.