El bahiense batalló durante poco menos de dos horas y media, pero la potencia del ibérico fue demasiado: el tie break del primer set lo desmoronó desde lo anímico.
Este fue el tercer enfrentamiento entre ambos en el circuito oficial y en todos ellos se impuso el europeo. El argentino había estado 4-1 y con su saque en aquel arranque de partido casi inmejorable.
Sin embargo, Nadal comenzó a meter puntos ganadores y con mucha precisión para cerrarlo demostró una vez más por qué es el mejor tenista de la historia en esa superficie.