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La decisión del retorno estaba tomada, faltaba definir el contexto. Nunca estuvo en la cabeza del tigrense enfrentar a la dupla de los Fernández en una interna, donde probablemente saliera perdedor. Siempre pensó en ser candidato a gobernador por el espacio unificado, pero la lentitud en su acercamiento hizo que el kirchnerismo lanzara fórmula propia, que además mide bien en las encuestas previas. Magario Kicillof le pisan los talones a Vidal, el punto fuerte del macrismo.
Así las cosas, lo más probable es que Massa termine encabezando la lista de diputados, y de imponerse en la categoría, presidiendo la cámara baja, poniéndose así en la línea de sucesión presidencial. Los jóvenes 44 años del ahora aliado lo posicionan de forma inmejorable para el futuro.
En las líneas bajas, Massa conservará los legisladores que tiene en la actualidad, no se competirá en los municipios donde gobierna uno y otro y el único escollo parecería ser su propio terruño, donde postularía a su esposa, Malena Galmarini sobre Julio Zamora, de reciente paso al Albertismo, pero que resignaría su lugar para facilitar el acuerdo, teniendo mejor destino asegurado.
Los 10 puntos que Massa mide en la previa asegurarían a los Fernández una buena perfomance en primera vuelta. Habrá que ver como se cicatrizan heridas hacia adentro, sobre todo con algunos referentes del Frente Renovador que han sido demasiado críticos al kirchnerismo como Graciela Camaño y Diego Bossio. Massa pidió un par de condiciones adicionales, la libertad e igualdad de las pautas a medios afines o no en el próximo gobierno y la absoluta independencia del Poder Ejecutivo de la Justicia, algo que desde el PJ, todavía no le pudieron garantizar, eso demora el acuerdo.
