Afectará a 1.500 trabajadores directos y 1.000 indirectos, por lo que en total 2.500 empleados sufrirán el cierre momentáneo. Durante ese período cobrarán el 70% del sueldo de bolsillo.
Barros aseguró que, si bien no están de acuerdo con la decisión, no les quedó otra alternativa que acordar para que los trabajadores no sean despedidos: “Nuestra prioridad es mantener los puestos de trabajo para que no salgan del mercado laboral”.