En la cancha de básquet, montado sobre un improvisado escenario, rodeado de chicos que no entendieron nada de lo que dijo, sin referencia alguna a Manuel Belgrano ni la enseña patria, junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bulrich y con algunos referentes de su propio espacio político, Macri dio un duro discurso de mero corte político.
Duró unos díez minutos, en los que hizo referencia a sus principales slogans de campaña, hablando de los costos de transporte, criticando a Moyano, las mafias y la corrupción, y destacando las principales obras de su gobierno, con tono enojado, el presidente hizo un brevísimo paso por Rosario. Afuera, un grupo de militantes de Cambiemos lo recibieron al grito de "Sí se puede".