La medida busca que el inmueble no se venda al sector privado, sino que se destine a garantizar el derecho a la vivienda para la población, a un precio módico, con condiciones justas y fuera de los altos costos que imponen las inmobiliarias. La iniciativa plantea además que un porcentaje de éstas viviendas se destinen a las mujeres que sufren violencia de género en sus hogares.
El concejal Juan Monteverde explicó que vienen trabajando en lo que concierne al acceso a viviendas y consideró que en este punto hay que “proteger las últimas tierras de la ciudad, para que el tema no sólo quede en manos del mercado inmobiliario”.
Y subrayó: “A los sectores medios y a los jóvenes se les aleja cada vez más la posibilidad de tener una vivienda propia, ya que los alquileres son cada vez más altos y abusivos y generan más angustia cuando es momento de pagar el alquiler”. “Si no hacemos algo ahora, en 20 años, el mercado nos lleva puesto y cada vez será más difícil vivir en las ciudades”, puntualizó el candidato a intendente.
En este sentido, se espera que el proyecto sea un impulso para que el Estado municipal administre 500 hectáreas en el noroeste de Rosario y 800 en el sudoeste y se puedan establecer así formas cooperativas para combatir la especulación y garantizar a la población el derecho a la vivienda.