Este instrumental médico que se utiliza en casos de emergencia ante problemas cardíacos, fue adquirido por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos con fondos provenientes de la venta de bienes decomisados a organizaciones criminales.
“Ya son más de cien las instituciones públicas y no gubernamentales que han recibido elementos que fuimos comprando a partir de lo recaudado en los dos remates de vehículos de delincuentes”, recordó Figueroa Escauriza, quien tiene a su cargo la Agencia de Bienes Decomisados (Aprad), el organismo del Estado que viene realizando donaciones a lo ancho de la provincia desde principios de este año.
“En esta oportunidad hacemos entrega de un elemento tan importante para la salud en casos de emergencia como lo es un desfibrilador. Nos pone muy contentos que esté disponible y pueda ser aprovechado por toda la comunidad académica de esta facultad”, dijo el secretario de Gestión Pública.
Por su parte, Botta agradeció la donación y manifestó que “de esta manera se cierra un circuito, se les quita los bienes a los delincuentes y el dinero que se obtiene con la venta de estos, vuelve a la sociedad a través de una institución educativa de carácter público”.